RESEÑA HISTÓRICA DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA
"JESÚS DE NAZARETH”
La situación política, social, económica e ideológica por la que atravesaba Bolivia en la década de los años ochenta y que repercutió profundamente en los años noventa, perfiló una serie de características que constituyeron momentos difíciles de vida para todos los habitantes del país, pero el impacto más sentido fue en los habitantes de las poblaciones mineras, quienes al salir de sus fuentes de trabajo, y para muchos sus lugares de nacimiento, dieron lugar a cuadros desgarradores porque dejaban sus raíces culturales y sociales para incorporarse a un nuevo tipo de vida con otros retos.
Los cambios mencionados afectaron profundamente a las familias migrantes, cuyo estilo de vida estaba apoyado en la explotación de los recursos no renovables, como el oro, la plata, el estaño, etc.
La problemática común en todo el país, era la situación de extrema pobreza y como en todas las capitales de departamento, Oruro tuvo que cobijar a los pobladores de las provincias y centros mineros que se asentaron en los barrios marginales de la ciudad, particularmente en la zona sud-este, donde posteriormente se dio la creación de la Unidad Educativa “Jesús de Nazareth”, con participación preponderante de los mineros relocalizados de Santa Fe y Morococala.
Esta situación generada, preponderantemente por el proceso de la mal llamada relocalización de los mineros en el año 1985 debido a la Ley 21060 del gobierno de Víctor Paz Estenssoro y el fenómeno de la sequía producido en el campo, dio lugar a la migración de las personas y la formación de barrios cada vez más numerosos en las zonas marginales de la denominada “la pampa”, de la zona sud-este de Oruro que se encontraba totalmente desolada.
Frente a esta situación de cambios políticos que tuvieron fuertes secuelas en la población boliviana en general, surge el deseo de los padres de familia para que sus hijos no corran la misma suerte que ellos, procurándoles una buena educación que les permita acceder a mejores situaciones de vida.
Al mismo tiempo, se debe remarcar la presencia de familias desintegradas y por ende madres y/o padres solos que se quedan con la total responsabilidad y tutela de los hijos/as; la falta de trabajo y por tanto los escasos medios económicos; la situación y falta de formación de los padres que influye en la educación de sus hijos/as; la desnutrición y la mortalidad infantil; la falta de vivienda propia o la mala calidad de las viviendas; y falta de servicios básicos.
En muchos de los casos los niños, niñas y adolescentes que asistían - y aún asisten- a la Unidad Educativa “Jesús de Nazareth” viven solos, debido a que sus padres los trasladan a la ciudad para que tengan una mejor educación, lo que provoca una serie de fenómenos entre los que podemos resaltar por sus consecuencias: la influencia y el peligro de las pandillas que suelen dedicarse a actividades consideradas como ilícitas; consumo de drogas e inhaladores (clefa); y la presencia de adolescentes embarazadas.
Las condiciones de vida, poco han cambiado en el sector sud-este de la ciudad de Oruro, las familias que habitan allí aún conservan muchas características que se dieron en el pasado, aunque los niveles de analfabetismo han bajado y los padres tienen cierta formación, muchos se han convertido en analfabetos funcionales, las condiciones de trabajo no han mejorado por lo que los jefes de familia – sea la madre o el padre – deben preocuparse por el sustento diario de sus familias, lo que les obliga a procurarse trabajos informales que les ocupan todo el tiempo, por lo que les queda muy poco para responsabilizarse de la educación de sus hijos/as, es decir, los padres no proporcionan la ayuda necesaria a sus hijos/as, dejando la educación plenamente a la responsabilidad de los profesores que dan lo mejor de sí para combatir esta situación de privación, y en este afán – algunos profesores – tienden a exigir cosas que no entran en las posibilidades económicas de las familias.
La escuela “Jesús de Nazareth” fue creada el 15 de Abril de 1991, al servicio de cinco barrios de la zona sud-este de la ciudad de Oruro, particularmente para los hijos e hijas de las familias relocalizadas y desocupadas; de campesinos y artesanos que formaban parte de los barrios marginales de la zona conocidos como: “San Ignacio de Loyola”, “Villa América”, “Rosario 1”, “Morococala Plan 35” y barrio “Morococala Plan 50”, quienes expresaron su necesidad de la creación de un Centro Educativo que cobije a los suyos, señalando que los niños y niñas, especialmente de kínder y prekinder, recorrían hasta ocho cuadras para poder asistir a una institución educativa y debido a la precariedad de la zona, atravesaban por el canal de aguas hervidas - “Canal Rosso” - que constituía un foco de infección preocupante en la ciudad de Oruro; por otro lado, la zona era intransitable y en época de lluvias, los niños y niñas llegaban sin calzados y desfachatados en el mejor de los casos y en otras ocasiones se tenía que lamentar que los mismos lleguen a sus domicilios con algunas heridas provocadas por accidentes que podían darse en el recorrido.
En el transcurso de los años, esta obra se fue concretizando y haciendo realidad aquello que un día fue un sueño. Al principio se tropezó con muchas dificultades, así la falta de ambientes, mobiliario y material escolar, pero gracias al dinamismo de las profesoras que empezaron con esta obra, Profa. Zulema Aracena y Profa. Elena Vallejos – además de la Sra. Cristina Villca de Velásquez, quien prestaba sus servicios como portera – gestionaron los materiales para poder trabajar con los niños y niñas que asistían a este centro de formación. Se consiguieron tablones y bancos para los estudiantes y dos cuartos alquilados de la familia Soria, para que funcionaran como aulas, aunque bastante antipedagógicas; también se tropezó con la dificultad del pago de matrículas de algunos estudiantes debido a las condiciones de extrema pobreza de las familias, aspecto que se logró subsanar recurriendo a las señoras comerciantes del mercado de abasto “Simón Bolívar” quienes colaboraron desprendidamente con el monto que faltaba, posibilitando de este modo el acceso a la educación de aquellos niños y niñas.
El año 1992, la escuela contaba con 342 estudiantes comprendidos entre el pre-básico – nivel inicial – y primero intermedio – hoy sexto de primaria – pero aún se tropezaba con la falta de aulas, para esa gestión se alquilaron algunos cuartos como aulas que funcionaban en los diferentes barrios pertenecientes a la zona, fundamentalmente a vecinos del barrio “Morococala Plan 35”. Este mismo año se concretó el tendido de la corriente eléctrica a la zona, uno de los logros que se obtenían con la presencia de la escuela precaria.
La Hna. María del Pilar Diez Lafuente rjm (Hna. Luisa), con la colaboración del padre Ignacio Suñol sj – en ese entonces Director del Instituto de Aprendizaje Industrial (I.A.I.) – buscaron financiamiento del Fondo de Inversión Social (F.I.S.), para la construcción de la nueva escuela.
Al año siguiente, 1993, la escuela pasa a depender de Fe y Alegría bajo la supervisión y coordinación de la Congregación de las Religiosas de Jesús María y se inaugura la nueva construcción el 7 de Octubre de 1993, bajo la gestión municipal de la Sra. Emma Colque de Soria, alcaldesa de la ciudad de Oruro.
En 1994, comienza el año escolar en la nueva escuela y viendo el crecimiento de la población estudiantil, se decidió crear una nueva dirección para el buen funcionamiento tanto administrativo como pedagógico, quedando estructurada la escuela en dos turnos, cada uno de ellos con los niveles inicial y primaria (pre-básico, básico e intermedio) sumando un total de 712 estudiantes.
En 1996, la matrícula fue de 1022 estudiantes, de los cuales, a muchos ya les correspondía el nivel secundario, habiendo la necesidad de crearlo. Es así, que en el año 1996, se crea el primer curso del nivel secundario y en 1999 sale la primera promoción, año en el cual, también se consigue el ítem para la dirección del nivel secundario, cargo que fue asumido por el Prof. Freddy Néstor Choque Rodríguez.
El Nivel Secundario de la Unidad Educativa “Jesús de Nazareth”, situada en las calles Claudina Théveneth s/n, entre Arce y Santa Bárbara, es una institución educativa orientada a brindar una educación integral e igualdad de oportunidades a todos los estudiantes de la zona, su funcionamiento fue autorizado por la R.A. Nº 535/96.
A partir de agosto de 1997, el Colegio “Jesús de Nazareth” pasa a funcionar como un COLEGIO TÉCNICO-HUMANISTICO, s/g R.A. Nº 588/97, pues pretende dar a sus estudiantes un oficio y prepararlos para la vida, capacitándoles para que se incorporen al mundo laboral, razón por la cual además de la formación humanística, nos dedicamos a la enseñanza de especialidades como, Corte y Confección, Electricidad y Computación.
En esta dirección, la institución impartía la enseñanza de: Computación, en los cuatro grados del nivel secundario; Corte y confección, en los dos primeros grados al igual que Electricidad, con una carga horaria y programa de estudios, que posibilitan que a la culminación de sus estudios del nivel secundario accedan a un título de “AUXILIAR TÉCNICO EN MANEJO DE PAQUETES”, en la asignatura de Computación, y de “MANO DE OBRA CALIFICADA”, en las especialidades de Corte y Confección y Electricidad, certificados que son otorgados por el SINETEC.
Su identidad
Motivados por los logros alcanzados, el año 1999 la responsable del área de Artes Plásticas, Profa. María del Carmen Choque Rodríguez, diseña el logotipo, que hasta la actualidad, representa al nivel secundario.
Así mismo, la Unidad Educativa “Jesús de Nazareth”, como parte de la familia de Fe y Alegría, lleva los colores Rojo y Blanco, los cuales nos identifica y acompaña en cada una de sus presentaciones.
El nivel secundario fue creciendo bajo el impulso del Prof. Freddy Néstor Choque Rodríguez y siempre con el apoyo de la Hna. María del Pilar Diez Lafuente rjm (Madre Luisa); actualmente el colegio cuenta con doce cursos, por lo que ha sido necesario ampliación del mismo con:
La construcción de nuevos ambientes (hexagonales, según la reforma educativa 1565), un Polifuncional, para el nivel primario, Escuelas “Jesús de Nazareth 1 y 2”.
Doce aulas para el nivel secundario, laboratorios de Física, Química y Biología, un aula de Pastoral, un tinglado, canchas deportivas, cocina, baños, duchas y laboratorios de Computación.
En la actualidad cuenta con dos laboratorios de Computación, equipados con treinta y dos computadoras, con sus respectivas mesas, en cada laboratorio, dichos equipos y mobiliario fueron conseguidos con mucho esfuerzo a través de diversas instituciones – en calidad de préstamo y otras de donación - y el sacrificio de los mismos padres de familia, con el objetivo de que sus hijos e hijas se preparen de una manera más adecuada.
Conclusiones
La Unidad Educativa “Jesús de Nazareth”, es una Institución dependiente de la Iglesia, administrada por la Congregación de religiosas de Jesús María, sin fines de lucro y personería jurídica del Obispado.
En el camino de construcción de este inmenso proyecto, indudablemente se tuvieron tropiezos y fracasos, pero que más que desmotivar el ideal de trabajo que se tenía, se convirtieron en motores para lograr el sueño deseado, así, los estudiantes, hijos de padres mineros relocalizados, mantuvieron esa solidaridad, sensibilidad y esfuerzo que sus progenitores cultivaron, cuando trabajaban en los centros mineros, logrando alcanzar otros objetivos.
Finalmente cabe mencionar el agradecimiento a varias personas e instituciones que colaboraron en la creación de este Centro Educativo: los Sacerdotes Jesuitas, entre ellos el P. Estanislao Böfill sj, P. Alfonso Pedraja sj, – Padre “Pica” – y el P. Ignacio Suñol sj; la Congregación de Religiosas de Jesús María del Canadá; “Manos Unidas e Intermon” (España); Secour Tier-Monde; ACDI (Gobierno del Canadá); Christian Chrilden Fund; Jóvenes Voluntarias de España; Fe y Alegría; la Honorable Alcaldía de la Ciudad de Oruro; Prefectura del departamento; O.N.Gs. y sobre todo el aporte de los vecinos y padres de familia de la zona, que vieron y aún ven un sueño hecho realidad.